9/3/07

Poco, tarde y mal

La UE ha acordado hoy que en el año 2020 el 20% de su consumo primario de energía, proceda de fuentes renovables, reduciendo un 20% las emisiones de CO2 (respecto a 1990), así mismo la cantidad de biocombustibles utilizados en ese año supondrán un 10% del total.

Todo lo que sea reducir es bueno, pero estas medidas no solucionan nada. En el peor de los casos postergan hasta el 2020 lo que va a ser inevitable. Hay que reducir drásticamente nuestro consumo, y ello pasa necesariamente por un cambio radical en nuestro estilo de vida.

Una reducción del 50 % del consumo de energía para el 2020 sería un objetivo ambicioso y tremendamente positivo para cualquier país desarrollado. Una vuelta a una vida más local, basada en las relaciones interpersonales y en el consumo sostenible de productos autóctonos nos haría alejarnos del abismo en el que nos estamos metiendo y nos daría tiempo. Un tiempo que necesitamos para reinventar nuestra ideología, el sistema económico y nuestros valores.

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