27/6/07

Urbanismo salvaje a toda costa

Greenpeace presentó ayer en rueda de prensa el informe Destrucción a toda costa 2007 en el que se analiza la situación del litoral. Dicho informe alerta sobre la amenaza que supone la construcción, el aumento del número de campos de golf asociados a segundas residencias, las denuncias de corrupción urbanística, el incremento de nuevos amarres deportivos, los efectos del cambio climático y los problemas de contaminación debido a la escasa depuración de las aguas residuales y a los vertidos de buques en el mar.

Las cifras que aparecen son un auténtico escándalo y como indica Greenpeace constatan el inmovilismo de las administraciones para solucionar los problemas del litoral y la necesidad de acometer amplias reformas en la gestión costera para frenar la destrucción de la costa.

Para el año 2007 hay proyectadas nada más y nada menos que 2.999.743 nuevas viviendas en planes urbanísticos o territoriales. Además se han detectado 99.519 viviendas ilegales, 89 casos de corrupción urbanística investigados y 354 implicados (alcaldes, concejales, constructores, testaferros…) hasta el momento;
316 nuevos proyectos para construir campos de golf, 202.250 nuevas plazas hoteleras, 112 nuevos puertos deportivos o ampliaciones de éstos para 38.389 amarres, 350 municipios con vertidos ilegales o mala depuración.

Estamos destruyendo la costa en muchos casos irreversiblemente, y creando unas necesidades de agua y transporte que agravan más el problema. ¿Cuantos transvases hacen falta para garantizar el suministro de agua corriente a 3 millones de viviendas?, ¿cuantas desaladoras necesitamos para todas las piscinas, campos de golf y zonas verdes?, ¿es justo invertir enormes cantidades de dinero para llevarse el agua del Ebro a estas zonas, cuando dicho río transcurre por auténticos desiertos carentes de toda infraestructura?.

La pena de todo esto es que muchos Españoles de verdad piensan que esto es bueno porque estimula la economía. Esa incultura e ignorancia es la que pone a España a la cabeza del crecimiento económico en Europa, y al mismo tiempo nos pone a la cola de la innovación empesarial. Me gustaría de todas formas que dentro de 10 o 15 años los responsables de este atentado medioambiental se sentasen en el banquillo de los acusados para responder de las consecuencias de sus actos, al igual que lo han hecho los reponsables de las compañias tabaqueras, o como tal vez lo hagan algún día los responsables de las multinacionales del automomovil.

La construcción salvaje está produciendo empleo de baja cualificación, con salarios paupérrimos y de duración siempre incierta y está dilapidando una de las mejores bienes que tenemos en España, nuestros parajes. Debido al subdesarrollo crónico que España ha padecido en los últimos tres siglos, muchos lugares de nuestro país permanecían vírgenes. Muchos otros aunque explotados intensaivamente, se han conservado debido a los métodos tradiciobales y respetusosos con el medio ambiente que se han utilizado. Curiosamente esta falta de desarrollo ha hecho de España una uténtica joya que ahora estamos destruyendo para beneficiode unos cuantos empresarios inmobiliarios, y para perjuicio de todos los españoles y de la memoria histórica que tan duramente hemos forjado.

No hay comentarios: